Las cámaras térmicas (o termográficas) presentan una variedad de ventajas sobre otros sistemas convencionales de detección de amenazas a través de videovigilancia, en virtud de las cuales ha emergido como opción predilecta en áreas como Vitacura.
Un beneficio considerablemente destacable de las cámaras térmicas es que su principio de funcionamiento neutraliza las artimañas más creativas de los malhechores, en la medida en que no hay objeto que pueda perturbar su campo de detección.
Además, la eficacia de las cámaras térmicas no está condicionada a la implementación de equipamiento complementario. Por consiguiente, resulta una opción rentable a nivel financiero, siendo muy popular en Vitacura.